Los vinos de Mallorca tienen una rica historia que se remonta a la época romana, cuando los romanos introdujeron la viticultura en la isla. Sin embargo, fue durante la Edad Media que la producción de vino en Mallorca alcanzó su apogeo, gracias a la influencia de la cultura islámica y la creciente demanda de vino en Europa.
Durante la Edad Media, la producción de vino en Mallorca se centró en las áreas alrededor de Palma, Binissalem y Santa María, donde se cultivaban variedades de uva autóctonas, como la Manto Negro y la Callet, junto con otras variedades traídas de la península ibérica. El vino de Mallorca se hizo muy popular en la corte española y en otros lugares de Europa, y se exportaba en grandes cantidades.
Sin embargo, la producción de vino en Mallorca disminuyó en los siglos siguientes, debido a las guerras y las enfermedades de la vid, como la filoxera. Fue en la década de 1990 cuando los productores de vino de Mallorca comenzaron a recuperar la tradición vitivinícola de la isla y a innovar con nuevas técnicas y variedades de uva.
Hoy en día, los vinos de Mallorca son apreciados por su sabor único y su calidad. Las bodegas de la isla producen una amplia variedad de vinos, desde tintos y blancos hasta rosados y espumosos. Las variedades de uva autóctonas, como la mencionada Manto Negro y Callet, se han vuelto a valorar y se han introducido nuevas variedades de uva, como la Cabernet Sauvignon y la Chardonnay, para ofrecer una mayor variedad.
Entre las bodegas más destacadas de la isla se encuentran Macià Batle, que elabora vinos tintos y blancos en su bodega en Santa María.
En resumen, los vinos de Mallorca tienen una larga y rica historia, que ha evolucionado a lo largo de los siglos. Hoy en día, los productores de vino de la isla han revivido la tradición vitivinícola de la isla y están produciendo vinos de alta calidad, que son valorados tanto en España como en todo el mundo. Si eres un amante del vino, no dudes en probar los vinos de Mallorca y descubrir su sabor único y auténtico.